Search This Blog

Wednesday, December 18, 2013

26. Educación y aprendizaje

El frio de Chicago comenzaba a asomarse poco a poco, sin recelo. Comencé a correr por las mañanas para evitar sentir el frio y cuando llegaba a la escuela me cambiaba de ropa, eso me hacía sentir bien, y lo mejor era que en ocasiones los niños me acompañaban y los padres sentían confianza de que ellos corrieran conmigo, ¿acaso no debería ser el maestro un motor de actividad?.

Eventualmente, el frio se hizo brutalmente doloroso y para evitar enfermedades, Gaby me prestó una bicicleta, el pelotón se hizo aun más grande, pero la nieve hizo la marcha difícil, así que terminé aceptando que Gaby fuera por mi a casa y me llevara a la escuela, aunque con el tiempo la convencí de convertir su Prius en autobús escolar, y pasábamos por los niños a sus casas. Algunos padres no podían pagar el transporte, así que hicimos buenos arreglos, además Gaby se ganó muchas bendiciones. ¡Creo que si las juntara todas le alcanzarían para tres vidas enteras!.

Durante una mañana particularmente fría comencé un debate mental que me atreví compartir con Gaby: ¿por qué tenía que ir a la escuela aun en las condiciones más deplorables?. ¿por qué no podía aprender en casa?, ¿teníamos que exponer a los niños a accidentes y enfermedades?.

La primera idea de Gaby fue decirme que había en algunos países un movimiento llamado Home Schooling y que se hace más fuerte bajo diversos argumentos que incluían las distancias, el costo de las escuelas, las enfermedades, y sobre todo la violencia escolar que cada vez cobra más víctimas, además permite a los padres controlar los contenidos a los que sus hijos son expuestos.

Ese día pensé mucho en el tema, para la segunda semana de frio 12 niños se reportaron enfermos y por supuesto, estaban en riesgo el resto. Comenzamos a comer más frutas que nunca y aprendimos a lavarnos las manos con agua y jabón ya que existen estadísticas de salud que indican que eso disminuye por mucho el riesgo de contagios.

Los niños llegaban con caras cansadas después de haber recibido las vacunas de rigor, pero sin duda con ánimo por aprender, con ideas que compartir y nunca se cansaban de sonreír ante los retos. Esos eran los niños de los que no se habla en los libros.

Cuando salí de la escuela, decidí visitar a mi gurú, había estado de viaje, así que extrañaba compartir una taza de té con pan de calabaza, ¡no entiendo porque le gusta tanto!, pero me doy siempre a la tarea de llevarle uno a cambio de nuestras charlas que siempre me dejan algo interesante en la cabeza.

Esta vez le pregunté lo mismo que a Gaby ¿por qué los niños no pueden quedarse en casa a aprender?.

Creo que me miró con una extrañeza tal que pensé que estaba tratando de entrar en mi cerebro a través de mis ojos, pero después de un breve silencio al que ya me había acostumbrado, pues sabia que su respuesta era tan pensada que estaba a punto de aprender algo, me dijo:
-       Creo que puedo darte dos respuestas,  ambas independientes, pero tal vez pensando un poco en cada una descubramos que hay más posibles razones.

La primera es que si todos los niños pudieran descansar cuando el clima es extremo, el costo de los maestros y los servicios administrativos sería tal, que probablemente se volvería insostenible en poco tiempo. Cualquier región tiene cambios de temperatura que van de moderados a fuertes, pero en diferentes momentos, con lo cual crearía un calendario escolar distinto… creo que sería un poco caótico y poco viable por esas razón.

La segunda respuesta, es menos sencilla y se relaciona con la idea de la Educación. Los seres humanos son la única especie que pone a sus criaturas durante años y años en ambientes artificiales para aprender, o lo que un grupo de personas cree que deben aprender. A las ideas, planes y programas, yo le llamo educación, y dista mucho del aprendizaje, pues muchas veces estas ideas están fuera del contexto de los niños a quienes se dirigen.

Pero entonces, ¿cuál es la relación entre educación y aprendizaje?, ¿acaso no educamos para que los niños aprendan?.

-       En teoría, si, pero creo que hay una distancia enorme entre ambos. Cuando la alguien diseña un plan, lo hace pensando en lo que aprendió y en lo que piensa que los niños deben saber y cómo lo deben saber, pero hay un desfase entre lo que esa persona cree que se debe saber y el momento en que los niños pueden usar esos conocimientos. Todos creemos que los niños deben hablar, escribir, leer y saber números, pues son los aprendizajes básicos y se supone que los niños deben maximizar estas herramientas cognitivas. Pero ¿qué pasa si un niño se retrasa?, no te detienes y analizas el porque ese niño no lo hace bien y cómo lo hace. Tu programa dice que debes seguir y ese niño debe buscar los apoyos, ya sea escolares o externos para alcanzar al resto.  El problema es del alumno, no del sistema educativo.

La educación es un conjunto de ideas, que se hacen llegar a los maestros, quienes son los depositarios de las mismas, y los encargados de que los niños las aprendan, a partir de estrategias pedagógicas, así que son otra entidad distinta aunque por supuesto, son parte de la educación.

El aprendizaje, es un proceso que ocurre en el cerebro de los niños, como respuesta a los estímulos del medio ambiente, que se comparte con el resto de las especies sobre la tierra para poder sobrevivir.

El resto de las especies no dejan de aprender, por el frio o por el calor, ¿verdad?, entonces quizá no debería quejarme.

-Supongo que el resto de las especies tienen otras cosas de que quejarse, pues su examen consiste en sobrevivir y si no aprueban el examen, el costo es muy grande.

Creo entonces que debo ver las cosas desde otra perspectiva. Supongo que empujar a los niños a estudiar nos permite tener mejores medicamentos contra las enfermedades que les permitan ir a la escuela.

-He visto a tus niños más que felices corriendo contigo hacia la escuela. Creo que tú haces una diferencia enorme. ¡Los impulsas a aprender!.

Cuando volví a casa esa tarde, me hice un gran licuado de frutas y vegetales, incluso agregue espinacas (aun cuando creo que son asquerosas) para reforzar mi sistema inmunológico y aguantar el frio de Chicago, !creo que a mi madre le daría un paro cardiaco si me viera tomando eso!.

 Como decían los papás de José, si aquí nos tocó vivir, no podemos quejarnos, pues a la vida hay que darle buena cara; y creo que todos pensaban lo mismo, pues los niños que se enfermaban lloraban para que les permitieran volver a la escuela a aprender… algo raro estaba haciendo con esos niños, ¡estaba seguro que un día me culparían de un ataque de ideas por parte de ellos!, ¿qué harán los padres si estos niños deciden ser científicos?

Monday, October 7, 2013

25. Ya no me cuentes esa historia


La historia nunca fue de mi agrado. ¿Qué se supone que debe uno aprender del pasado?. Supongo que la idea es entender que otros cometieron errores y que no deberíamos repetirlos, pero la verdad es que muchos de ellos se repiten una y otra vez.  Parece que algunas cosas simplemente se reciclan.

No me avergüenzo de decir que la Historia no tenía sentido para mi, tampoco de decir que siempre me aseguré de tener buenas relaciones con cualquiera que le gustara estudiar, sin importar si eran agradables o no, aprendí rápidamente que nadie experto en todo, así que debía buscar apoyo especializado.

¿Cómo iba a enseñar Historia a los niños?, ¡no se puede inspirar si algo nunca fue inspirador!. Esta idea me mantuvo despierto durante varios días. Estaba tan cansado que una mañana decidí ser honesto con los niños.  Ese día después de reír a carcajadas después de la lectura de un cuento, de la nada, miré a los niños y ellos pensaron que les dirigiría un discurso inolvidable, pero en lugar de ello, les dije abiertamente que no me gustaba la Historia.

Creo que cuando terminé mi pequeña confesión, me sorprendió la mirada de los niños, sus ojos parecían platos, todos me miraron por un segundo, hasta que Mita se levantó a abrazarme, increíblemente, me sentí mejor, especialmente cuando ella me dijo casi en un susurro: “No se preocupe maestro, nadie es perfecto, a mi no me gusta la sopa de lentejas”.

Los niños comenzaron a sonreírme como cuando ven el helado deseado durante un día de mucho calor veraniego, y uno a uno hizo distintas confesiones. Desde José que no le gusta que su hermana le quité el control remoto, hasta Johary que admitió que odia que su mamá le compre vestidos rosas.

Pensé por un momento: ¡Diablos,  todo lo que tenemos que soportar cuando niños gracias a ese afán parental de hacernos personas de bien!, y lo peor de todo es que haciendo historia… todos pasamos por algo que odiamos y ¡no nos hace mejores!.

Cuando me repuse de mi asombro, los niños me dijeron que pondrían mucho empeño por aprender Historia, que no me preocupara, que no le dirían a nadie sobre mi secreto.

Les propuse aprender Historia como yo hubiera deseado que me enseñaran, con películas, juegos, bailes y bromas. Si así me hubieran enseñado, quizá me habría enamorado de ella y ahora estaría dando conferencias sobre la Guerra Civil o buscando piedras perdidas en el Ártico, pero nadie me enamoró, a nadie le importó, solo debía elegir entre A, B o C y si lo hacía mal, nada pasaba, y si lo hacía bien tampoco.

En tercer grado, como el resto del grupo,  le pagué 5 dólares en cada examen a John Mulder por responder mis pruebas. Él se ha hecho aún más rico desde entonces diseñando pruebas, y yo me convertí en maestro, deseando hacer sufrir a los niños como lo hicieron todos en mi infancia.

Tal vez, después de todo la historia tiene sentido, nos permite comprender las tonterías pasadas para reírnos de nosotros mismos. Pero espero que los niños lo entiendan mejor y aprendan  a sentir pasión por algo, aunque sea por la vida de alguien que seguramente no conoció un retrete o pudo limpiarse el trasero con papel ecológico.

Monday, September 16, 2013

24. Cuando la luna cae sobre una semilla de jitomate


Regresaba de correr un sábado por la mañana, dispuesto a no hacer nada durante el fin de semana, cuando descubrí un correo electrónico cuyo título era simplemente: “concurso de escritura”.

Con temor lo abrí sabiendo que eso arruinaría mi fin de semana, me senté por un segundo para reponerme de la carrera pero luego me dije a mi mismo que no debía preocuparme, si comprendí bien el proceso de lectura, entonces la escritura debía basarse en el mismo principio, excepto que añadía un proceso extra, ya que no consiste solamente en arrojar letras sobre una hoja, hay que dar coherencia, ritmo a una idea, que de primera instancia debía existir.

El mensaje era una invitación para participar en el concurso de escritura anual de la escuela, sin mayor intención que incentivar el valor de la palabra en los alumnos.

El fin de semana pensé en diversos temas que quizá los niños podrían trabajar, al principio creo que me sentí tentado a escribir yo mismo un cuento, entrelazando párrafos míos con otros de los niños, pero eso era dudar de su capacidad creativa, así que terminé escribiendo solo palabras que les dieran un poco de inspiración al grupo.

El domingo por la noche le llamé a Gaby y después de un poco de charla concluyó diciéndome: “confía en el talento de los niños”.

El lunes presenté la tarea al grupo, les mostré mis ideas y les expliqué que el concurso requería un cuento, sobre cualquier tema con la única condición que fuera absolutamente original.

Cuando concluí las explicaciones, pude escuchar el silencio absoluto que las mentes trabajando producen, y los ojos de todos me miraban con tal concentración que imaginé luces de 23 tiradores apuntando hacia mi cabeza.

Por un momento me asustó ese silencio, pero después de un rato Mita sonrió y dijo en voz alta: “¡Hagamos un cuento sobre la luna!”, y entonces Johana brincó de su asiento y gritó con alegría: “Un cuento de la luna sentada en una semilla de jitomate”… el silencio cayó de nuevo entre nosotros, pero ahora mis ojos los miraron a todos… solo pude decirles: “bien chicos, ustedes piensan y yo escribo”… todos sonreían dispuestos a disfrutar la tarea…

Había una vez… una huerta llena de vegetales de esos que nos les gusta comer a los niños, pero esta huerta era especial, ya que un grupo de estudiantes la cuidaban y daban agua, pues aprendieron lo importante que es atender a las plantas, y el papel de las abejas en el proceso de producción de los alimentos.

Estas plantas era celosamente protegidas pues gracias a ellas, este grupo de niños había ganado un listón azul en la feria de ciencia y le habían demostrado a la directora que no eran niños tontos…

No sé si sea correcto escribir eso… tal vez podemos escribir la misma idea de otra forma…

Estas plantas era celosamente protegidas porque era una promesa de alimentación para todas las generaciones por venir, porque las plantas no solo son bonitas, nos ayuda a mantenernos vivos.

Era una huerta tan bonita, que todos la admiraban, y el sol sonreía todos los días, procurando sus mejores rayos para cada planta.

Pero había un jitomate especialmente precioso, con flores tan grandes que todos pensaban que la planta no podría sostener los frutos.

Durante la noche, la luna observaba atenta cada una de las plantas, le gustaba besar a las calabazas, e iluminar con sus rayos color de plata a las papas, pero no podía ignorar las flores del jitomate, que sonreía como cuando el maestro David mira a su amiga Gaby, con ojos de borrego a medio morir…

¡No es verdad, no la miro así!, la miro… con … ¡respeto!, ¿ustedes que saben de miradas?

No se enoje maestro, es solo para darle un poco de impacto a la historia, dijo José…

Ok, entonces dejemos eso, pero ahora necesitamos drama, solo un poco…

Una noche, en que la luna estaba durmiendo, un mapache logró romper todos los cercos de seguridad que los niños habían puesto alrededor. Con un teléfono inteligente rompió los códigos de los rayos laser y de la computadora principal que mantenían a todos los intrusos fuera. Además trepó con cuerdas por la barda de protección interna y logró entrar a la huerta…

Estaba dispuesto a comerse los frutos que con tanto cuidado habían crecido.

La destrucción era inminente, pero entonces, los perros vecinos recibieron mensajes instantáneos de la luna, todos al mismo tiempo y se reunieron fuera de la escuela y asustaron tanto al mapache, que dejo un poco de caca en su camino de escape…

Caca no es una palabra muy… correcta…
¿Prefiere usted que diga que se orinó en los pantalones? Preguntó Mita…
¡Tal vez debería decir que se cagó del susto!, gritó Salvatore
No chicos, es solo que suena un poco… violento, pero está bien, eso le da drama a la historia, dejemos esa versión.

Todos las verduras sobrevivieron y fueron tan grandes y jugosas que alimentaron a todos los niños de África, pero los cuidadores, guardaron una semilla de cada una, especialmente la del jitomate, que dejaron caer en la huerta para que la luna la cuidara, y estaba tan contenta la luna que una noche, perdió el miedo y se dejó caer, libre, hermosamente iluminada  intentando abrazar a la semilla.

Pero la luna estaba en los días en que come mucho y es muy gorda, así que rebotó como pelota, ¡poin!, y como si tuviera cuerdas que la atan al cielo, regreso después de besar a la semilla en la nariz…

¿Cómo se le llama cuando alguien observa a una persona ejecutar 20 piruetas en el aire sin parpadear y caer de pie?... así me sentí. Los niños son inmensamente creativos, si les damos la oportunidad, si son capaces de hacer que la luna bese a una semilla en la nariz…¿cuál es su límite?.

Wednesday, August 21, 2013

23. El complejo proceso de la lectura


Comencé a sentir un poco de temor porque Mita no avanzaba en la lectura. Era una escritora extraordinaria, pero su pronunciación y su lectura aún eran pobres, no estaba seguro de si estaba haciendo lo correcto para ayudarle, comencé a sentir un poco de miedo ante su futuro.

Decidí pedir ayuda a mi gurú y después de clase me dirigí a su casa,  la encontré trabajando en su jardín, tomando fotos de abejas.

-Creo que tú equivocaste de área de conocimiento, debiste estudiar biología, le dije.

-La biología la veo como una herramienta que me sirve para comprender el aprendizaje.

- Creo que un día tendrás que explicarme esta idea tuya de la relación entre los bichos y el aprendizaje.

-Prometo que un día nos tomaremos un Jamba Juice y te explicaré todas mis ideas con calma.

- Creo que lo necesito, porque no sé que hacer para que Mita pueda leer correctamente, Tiene muchos problemas con la lectura y ya no sé que hacer.

-Bueno, creo que puedo ayudarte pero necesitamos entender que parte del proceso le causa problema.

-Pues solo puedo decir que no puede leer correctamente.

-El proceso de lectura es complejo, de entrada es importante comprender que el lenguaje requiere del reconocimiento de los sonidos del lenguaje, esto es particularmente difícil para los extranjeros pues a veces los sonidos no se comparten en sus idiomas.
Esto se hace a través del oído y de la capacidad de diferenciar los sonidos por separado y luego cuando se combinan.

Una vez que te aseguras que el niño puede comprender y diferenciar los sonidos de cada una de las letras, la siguiente parte del proceso es la diferenciación visual de los signos escritos, a lo cual le llamamos alfabeto y recuerda que hay muchas letras en cada alfabeto y que existen letras mayúsculas y minúsculas que aunque se llaman igual, visualmente no se parecen, que los niños deben reconocer y diferenciarlas todas, separando entre alfabeto impreso y escrito al mismo tiempo.

-Entonces estamos hablando de la capacidad de diferenciar 29 letras en el para cada forma, es decir mayúsculas, minúsculas, impresas y script… ¿eso es tener la capacidad de diferencias 116 signos?.

-¡Así es!, con sus respectivos sonidos y la combinación entre ellos.

-¡Wow!, y supongo que esto se complica si estudias otro idioma.

Exacto!, Mita es hindú, pero en su país se hablan diversos idiomas, por lo que si puedo hablar a su favor, no es que no sepa leer, creo que confunde los sonidos. Es más fácil diferenciar los signos gráficos (las letras) que diferenciar los sonidos, pues requiere de más cuidado.
Ahora bien, cuando logre diferenciarlos, tendrá otro proceso que es el poder pronunciarlos correctamente. Yo quizá nunca hable sin acento, pero puedo modular lo suficiente y hacer que las personas me entiendan.
 
-¿Porqué algunas personas hablan mejor los idiomas extranjeros que otros?.

-Depende del tiempo que interactúen con el idioma y que tan jóvenes comenzaron. Quienes nacieron escuchando un idioma, cualquiera que éste sea, serán más capaces de reproducirlo y diferenciar los sonidos que quienes lo hacemos más tarde.

-Ya entiendo. Ya decía que Mita tiene una gran capacidad. Me confundía que puede escribir tan bien pero no leer, pero ya entiendo, no son proceso conjuntos… ¿Cómo puedo ayudarla?.

-Trata de pronunciar lentamente cada palabra y lo ideal es que otros niños lean con ella, que escuche leer a otros y que ella lo vaya intentando sin presiones. En este caso su familia no le puede ayudar mucho, pues siempre va a escuchar ese acento que le causa confusión, pero si le pueden apoyar si le permiten escuchar la televisión en inglés, y tú puedes tener sesiones de lectura con ella, que te escuche leer, que escuche clara y cuidadosamente las palabras. Sin duda ella tiene el potencial, solo necesita un poco de ayuda de sus amigos.

Dos semanas más tarde con 2 sesiones 15 minutos de lectura al día y con sus padres poniendo todo de su parte en el proceso, Mita comenzó a leer con más fluidez y confianza.

Si, admito que estaba dispuesto a dejarla perder el año, pero afortunadamente pude comprender lo proceso del proceso de lectura… los niños bien valen una pregunta… y ¡caramba, Si que es más complejo de lo que parece!.

Creo que espero con ansia ese jamba juice… sin duda habrá mucho que aprender de la bichología.

Friday, July 19, 2013

22. Cosechando frutos

Los días vuelan mientras se hacen planeaciones y se buscan formas de compartir ideas con los niños. Descubrí que me hice experto en encontrar la canción, el cuento o la escena perfecta al momento de preparar las clases. Con una sonrisa franca debo admitir que pude notar como me estaba convirtiendo en una persona diferente, deje de pensar en cómo yo entendía o veía el mundo y comencé a anteponer a los niños.

Años y años de libros de educación los puedo resumir en la magia de las preguntas infantiles y la importancia del apoyo de los padres. Solía creer que el dinero era lo único importante para la educación, pero aún la gente más pobre quiere que sus hijos sean mejores, que tengan un lugar importante en la vida, y confían en la escuela como el camino para alcanzar todos sus sueños.

Creo que de algún modo comencé a sentirme parte de ese grupo de mentes pensantes que creen que todos los niños pueden aprender, con la estrategia correcta y el apoyo de los padres.

Sin embargo, la directora aún me daba miradas de confusión y enfado cuando me preguntaba sobre mi planeación o pedía ideas para eventos escolares. Aún no entiendo si le molesta mi pasión o si estar en contra de la educación tradicional es demasiado para ella. Finalmente estar de acuerdo con el sistema le permite a cualquiera tener un poco de pan sobre la mesa todos los días.

Cuando llegó el momento de crear el espacio verde para plantar el producto de los proyectos de ciencia, la directora casi se come su celular cuando le dije que los niños debían ser parte de toda la planeación. Finalmente era su trabajo, esfuerzo y cuidado lo que tenía vivas todas las plantas…

-¿Cómo puedes pensar que los niños puedan participar en un proyecto escolar?, me preguntó con una mirada que si no me agacho fingiendo que había tirado algo al piso,  me habría acribillado.

Bueno, le respondí, ellos han cuidado de las plantas, son la razón de esta escuela y muchos de ellos vienen de países donde el cuidado de las plantas y las flores no es una tema de arte, es una constante en su espacio de vida… tres buenas razones que no pudo hacer a un lado, al menos no frente a toda la junta académica.

Llamé a los niños, les mostré el mapa y les expliqué el proyecto, les pedí que cocinaran sus ideas durante 6 minutos y que terminado el tiempo podrían compartir lo que habían pensado. Los niños miraron el plano y comenzaron a sonreír, con esa mirada de emoción que solo se consigue cuando tienen algo grande entre manos.

El resto de los maestros comenzó a cuchichear, supongo que la idea de invitar a los niños a la reunión les causó tanta urticaria como a la directora y pensaron que habría gritos y desorden, pero los niños y yo ensayamos tanto el quedarnos quietos durante los exámenes y aprendimos que el silencio no es miedo a hablar sino respeto ante las ideas de los demás, así que los niños podían comportarse como los mejores cuando la situación lo ameritaba, sin necesidad de gritos.

Cuando mi reloj comenzó a sonar indicando que habían pasado los seis minutos, uno a uno comenzaron a hablar, explicaron el tipo de tierra que hacía falta y luego planearon donde debía ponerse a cada planta.

-Los jitomates necesitan mucho sol y agua, así que el mejor lugar es este… las calabazas requieren de un espacio amplio pues son rastreras… las rosas sobreviven a todo por lo que ellas pueden ponerse aquí, ¡pero no, espera!, si las pones ahí cuando crezcan nos pueden rasguñar si pasamos corriendo, así que creo  este lugar sería mejor para ellas… las papas necesitan sombra... las flores para las abejas deben quedar aquí, para que no las molestemos… esta planta atrae orugas, así que no debe tocarse con esta… esta planta crece 10 pulgadas por mes, tenemos que pensar en que quede cerca de una pared para que podamos tener poleas que la sostengan… en este espacio podemos sembrar girasoles...

Todos escuchamos y nos dimos cuenta que había aprendido no solo de plantas y las necesidades de las mismas, habían aprendido también habilidades de expresión, planeación, resolución de problemas… ¿en qué libro habían aprendido eso?, ¿tal vez en alguna aplicación o hablando con Siri desde su Iphone?, ¡todos estábamos perplejos!.

Esa tarde comprendí que los niños son más que palabras en los libros, son seres moldeables  a partir del ambiente, y esa es la labor de la escuela, dar un buen ambiente para aprender, no el sistema militar con que muchos crecimos rogando por sobrevivir.

Si vamos a dejar en manos de los niños nuestro futuro, es mejor que les demos las mejores herramientas, !y sin duda alguna, nos sorprenderán!.

Wednesday, July 3, 2013

21 Cambiando escuelas por eventos deportivos


En medio de las fiestas y buenos deseos por un año que se va y la esperanza de un mejor año, se dio a conocer la lista final de escuelas que se cerrarán en la ciudad. En total 54 escuelas dejarán de atender alumnos y los padres y maestros solo tienen la promesa de que serán reubicados en otros centros educativos.

Nueva York y Filadelfia se suman a la implementación de medidas económicas para el beneficio de la educación y la niñez, lo que quiere decir que también esas ciudad sufrirán el cierre escuelas. Curiosamente, al mismo tiempo se anuncia el proyecto para edificar un nuevo estadio de beisbol y la segunda nominación para que la Ciudad sea sede de los Juegos Olímpicos, y no me tomen a mal esta idea… no es que esté en contra de los deportes, pues son un ejemplo del valor y el triunfo humanos, pero cuando se gastan millones de dólares en un complejo deportivo y se niega la educación… ¡está bien!, digamos que va a dar muchos empleos.

De esos empleos solo 1 de cada millón de niños con malas condiciones sociales durante la niñez, ganará contratos millonarios, debido a la suerte de un talento inigualable para lanzar la pelota, solo un afortunado de tener unos padres que le hayan apoyado y llevado durante años para que un día el sueño se haga realidad: brillar en un estadio lleno de fanáticos, llevando a su equipo a la gloria y firmar miles de autógrafos, evitando fotógrafos y teniendo una vida envidiable.

¿Cuántas Gabby Douglas logran el sueño Olímpico?, ¿Cuántas madres dejan todo para brindar ese apoyo?, ¿cuántos padres le dan más importancia al deporte que al colegio?. Usualmente cuando llegamos corriendo después de haber metido un gol en una portería vacía y sin nadie más a nuestro alrededor y decimos a todo pulmón: ¡quiero ser futbolista!, la respuesta es: ¡cállate y ponte a estudiar!. ¿quién quiere a un futbolista?, los abogados y médicos ganan más, ¡no puedes dedicarte a vago!.

Sin duda los proyectos de los gobernadores tienen buenas intenciones, ya que habrá muchos empleos para todos aquellos “que no tienen la oportunidad de una vida académica”, habrá empleos para quienes construyan los complejos deportivos, quienes vendan boletos, quienes se hagan cargo de la seguridad, y sin duda otros más venderán cerveza y frituras durante los partidos. Sin embargo no puedo evitar tallarme los ojos para evitar ver a José y a Mita solicitando esos empleos. ¿Para que soportar tanta tensión con los exámenes si van a terminar en las largas listas de desempleados?.

Me niego a pensar que el Sistema Educativo no puede tener otros mecanismos de funcionamiento, ¿para que pagar tanto dinero a quienes diseñan exámenes?, ¿por qué pagar reuniones en hoteles exclusivos para los directivos de más alto nivel?, ¿acaso no pueden pensar en una oficina o en el mismo salón de clase donde los niños tienen que aguantar letanías interminables?.

Supongo que comienzo a sonar deprimido… yo fui uno de los muchos que buscaron mil y un trampas para aprobar los exámenes, y hasta ahora no puedo decir que me hace falta ese conocimiento.

Creo que es hora de una charla con Gaby pues comienzo a creer que hay algo turbio en todo esto. Aunque parece que todo el mundo está feliz porque nuestro equipo de Hockey ganó la Copa Stanley… tal vez sea bueno celebrar a aquellos pocos que lograron hacer del deporte una exitosa forma de vida, y si les preguntara, seguramente me dirían  que de nada les sirvió responder exámenes y soportar a los maestros, su talento estaba en otra parte…

Thursday, May 23, 2013

20. Dar gracias es una acción, no una tradición

Una semana antes del día de Acción de Gracias se anunció un programa  de cierre de escuelas en la ciudad. El gobernador anunció que cerraría al menos 30 escuelas pero esperaba la revisión del consejo educativo, pues el número lejos de ser menor, podría llegar al menos hasta 50 escuelas.

Los maestros, padres de familia y los niños salieron a las calles a protestar. A veces había protestas frente a nuestra escuela. Los niños comenzaron a preguntar que harían si cerraban la escuela. A veces la directora intentaba dar explicaciones que terminaban en una cara de duda sobre el futuro.

Era curioso, cuando el dinero no alcanza, la educación sufre las consecuencias, era como si el Estado pensara que no valía la pena invertir en los niños de escuelas públicas. Pero, aún cuando yo asistí a escuelas privadas, había comenzado a ver uno de los muchos problemas de la  Educación: No se centra en la capacidad de aprendizaje, sino en los recursos que se invierten y en este sentido, no sentía pena ni por el Gobernador, ni por los directivos de las escuelas, sino por los niños que terminarían sufriendo las consecuencias de los errores de otros.

Un día antes del fin de semana largo por Acción de Gracias, le dije a los niños que deberíamos cada uno dar gracias por lo que cada uno quisiera, y que yo daba GRACIAS por tener el gran honor y gusto de estar con ellos.

Sus caras se centraron en mi,  y cada uno fue tomando turno para hablar mientras todos agachamos la cabeza para escuchar con atención sus palabras…


  • Doy Gracias por tener una escuela donde estudiar, pero sobre todo, por tener un maestros que me deja reír.
  • Doy Gracias porque mis padres me dejaron estudiar, ellos dicen que las niñas no merecen ir a la escuela, pues cuando crecen se casan.
  • Doy Gracias porque mi papá no se enojó ayer cuando le dije que quiero ser astronauta.
  • Doy Gracias porque mi hermano me prestó su libro de matemáticas.
  • Doy Gracias por que las plantas crecieron y ganamos en listón azul en la feria de ciencia.
  • Doy Gracias porque mi perro se comió la nota que me dio el otro día la maestra de música por distraerme en clase. Pero no tengo la culpa que una paloma se atravesara por la ventana.
  • Doy Gracias a Dios por no darle pulgas a mi gato, papá dijo que si le ve una pulga lo echará de la casa.
  • Doy Gracias porque mis compañeros nunca se burlan de mi.
  • Doy Gracias por el sándwich que mi mamá me prepara todos los días.
  • Doy Gracias por el pavo que va a preparar mamá y porque el ejercito le permitió a mi hermano venir a visitarnos.
  • Doy Gracias porque los médicos curaron a mi mamá.
  • Doy Gracias por el nuevo empleo de mi papá.
  • Doy Gracias porque mi mamá no ha estado triste desde hace varias semanas.
Cuando creí que Isabella no hablaría, tomó la palabra y dijo:
  • Doy Gracias porque ya aprendí que soy capaz de hacer cosas que todos decían que no podría.

Esa tarde tomé un taxi para ir al aeropuerto para disfrutar con mi familia las fiestas. Las palabras de los niños retumbaban en mis oídos y di gracias por los sándwiches que mi madre me preparaba, por el empleo de mi padre, porque nunca tuve un gato con pulgas y porque a pesar de tener todos los recursos que mi padre y su imperio me pudieron dar, no me había quedado en el camino. 

Me di cuenta que no importa si se es rico o pobre, un estudiante es siempre vulnerable a los designios de la Educación, que pretende decidir el futuro de cada uno, pero al final, uno es dueño de su propio destino.

Cuando llegué a la salida del aeropuerto, estaba a punto de buscar como tomar un taxi, cuando vi al chofer de mi madre que me esperaba tan formal como siempre, desde que era niño, siempre era él quien me llevaba a la escuela, en su uniforme negro, con esos mismos modales ingleses, pero hoy me detuve a ver su cara, sin duda había cambiado. Mientras yo me volví un hombre de provecho, él había envejecido, y me di cuenta que no sabía nada sobre su familia.

Esta vez, me senté en el asiento delantero del auto y platiqué con él sobre su familia y le di las gracias por tantos años de leal servicio y todo lo que había hecho por mi familia, especialmente por mi madre.
 

Cuando llegamos a casa, mi madre abrió la puerta y me abrazó como si estuviera a punto de darle un anillo de diamantes rosas. Le di las gracias por todo lo que había hecho por mi, y la bese, como cuando era niño.
 

Mi padre trabajaba en su estudio y por primera vez escuche que le dijo a su socio: “espera un momento, te llamo el lunes, mi hijo llegó a casa”. Le di las gracias por nunca haber perdido su empleo, por no haberse enojado conmigo cuando le dije que quería ser maestro de escuela pública, a lo que me respondió con una sonrisa que pocas veces exhibía: “¿quién dijo que no me enojé?
 

Dar gracias tomó sentido ese día, recordé que cuando tenía 4 años vi en la televisión a un niño tan pobre que parecía que moriría de hambre. Le dije a mi madre que si un día encontraba a un niño pobre en la calle lo invitaría a comer a casa; pero no había niños pobres en los sitios que nosotros frecuentábamos, así que pensé  que esos niños no existían.
 

Después de mi primera cena en casa, le di a mi madre los obsequios que los padres de los niños habían hecho para ella, y le pregunté si se acordaba de mi idea de invitar a un niño pobre a comer a casa, ella me dijo que sí, y que desde entonces apoyaba a la UNICEF en su lucha contra la pobreza infantil con un donativo que llevaba mi nombre.

Le di las gracias por haber hecho de mi la persona que era. Dar gracias tenía que ser una acción y no una tradición.

Al otro día, invité a mis padres a Jamba Juice, y pedí un smoothie desabrido y le conté a mis padres sobre mis días como maestro, y no dejamos de reír toda la tarde.  Les di gracias por dejarme cometer mis propios errores, que ahora tenían un sentido extraordinario.

Tuesday, May 14, 2013

19. Superando las diferencias culturales

No supimos exactamente que pasó con cada una de los exámenes, creo que esperaba una palmada en el hombro que me indicara que estábamos educando a los niños o al menos un ¡bien hecho!,  pero nada de eso llegó.


La directora nos reunió a todos los maestros y dijo que la escuela estaba entre las 20 mejores escuelas del Distrito Escolar. El documento que nos entregó no decía si éramos la número 1 o bien la número 20. Tampoco se decía en que temas deberíamos poner más atención, solo había una frase que decía: El Distrito Escolar se congratula en informar que se encuentran entre las  20 mejores escuelas de la región.



No voy a negar que me sentí decepcionado. Si bien la directora estaba contenta pues esto implicaba presupuesto suficiente para otros 4 meses, no hablaba de los niños, o del impacto de esto en sus familias. Solo era una nota aprobatoria que anunciaba que la escuela abriría el próximo año.



Cuando le hablé a Gaby para darle la noticia, me dijo que la evaluación es siempre igual, y que solo quedaba la riqueza del esfuerzo conjunto. ¿Los niños habían aprendido más de ese examen?, de ser así ¿a quién le importaba?, parece que no, pues el programa seguía y teníamos que completarlo. Las evaluaciones eran solo un compás de angustia para todos y el permiso de la Educación para continuar gastando dinero.



La siguiente actividad del calendario era la celebración de Halloween, para un nativo de los Estados Unidos es un día de diversión, dulces y disfraces, pero para los extranjeros quizá sea un ejemplo de la locuacidad americana.



Le pedí a los niños que preguntaran a sus   padres como celebraran Halloween, y haríamos una mesa redonda sobre el tema. Nunca esperé que fuera tan interesante el resultado. ¿Sabían que en otros países existen cultos a la muerte?.



En México la celebración coincide el tiempo con el Halloween, y se celebra a la muerte con gozo y se recuerda a los muertos, es un poco entre una fiesta y el Memorial Day de los Estados Unidos, la gente va a los panteones y les brinda ofrendas a los muertos.



En la India se le conoce como Mahalaya que es una tradición especial para quienes profesan el hinduismo y es una adoración a las almas a lo que se agregan deseos por cumplir en esta vida, especialmente se pide por la paz y la salud de los vivos; mientras que en otras regiones de la India se celebra el Diwali que es conocido como el Festival de las Luces.



En Irlanda se celebra el Halloween pero a la festividad se le agrega una nota dulce en forma de un pastelillo de frutas al que le llaman Bambrack a la que se le introduce una muselina, que es una tela transparente y quien la encuentra tiene la suerte de que la muselina le pueda predecir el futuro.



 En Australia se celebra la Guy Fawkes Eve que se le conoce también como  Mischief Night  o Danger Night que es una noche de travesuras, durante la cual los niños usan disfraces y piden caramelos de casa en casa, además de organizar festivales de baile y concursos de disfraces en las escuelas.



En España se celebra el 31 de Octubre el Magosto principalmente en el Noreste de la Península Ibérica y en Cataluña se le conoce como la Castanyada.



En Chile y el Colombia se celebra el día de Todos los Santos que es una tradición católica en honor de todos los Santos conocidos y desconocidos del mundo moderno.



Los niños hablaban con seriedad sobre cada uno de los cultos y todos intercambiamos detalles alusivos a cada una de las fiestas, así que de México, los papás de José me enviaron una calavera de dulce y un poema; Mita me dio una veladora por la celebración de la luz,  Estefanía me dio una castaña y Mike me dio un dulce tradicional de Australia.  Megan y Carlos me cantaron una canción que habla de un Santo que se llama igual que yo.



Recuerdo aún el pánico que sufrí cuando no podía pronunciar los nombres de los niños, pero ahora me siento afortunado de poder conocer otras historias, culturas y tradiciones sin necesidad de comprar un boleto de avión, pues a la actividad le sumamos una búsqueda de videos de cada uno de sus países que hablan de cómo celebran la noche de los muertos, Halloween, todos los Santos, la verdad es que es solo una gran excusa para pasarla bien.



Cada niños eligió un disfraz, pero pedí que no fuera elaborado ni que fuera comprado, y la creatividad surgió tan finamente que me sentí avergonzado de mi disfraz de perro, con orejas de malvavisco. Seguro mi madre me habría comprado algo caro que no me gustaría, pero hoy me sentí niño y aprendí que las diferencias culturales no existen cuando se abren los ojos y se escucha con el corazón.

 

La que realmente me asustó de muerte fue Gaby, quien ofreció darme un aventón y cuando llegó por mí tenía la cara y el cuello cubiertos con sangre, cuando abrí la puerta ¡se me retorció el estómago!. ¡

Gaby, ¡juro que encuentro a quien te hizo esto!, pero entonces ella sonrío y me dio una bolsa con algo que parecía vómito y me dijo:


-Te ayudo a maquillarte y podemos ir juntos a la fiesta en casa de la psicóloga de la escuela que ¡seguramente será muy divertida!



¿Dulce o truco?