En medio de las fiestas y buenos deseos
por un año que se va y la esperanza de un mejor año, se dio a conocer la lista
final de escuelas que se cerrarán en la ciudad. En total 54 escuelas dejarán de
atender alumnos y los padres y maestros solo tienen la promesa de que serán reubicados
en otros centros educativos.
Nueva York y Filadelfia se suman a la
implementación de medidas económicas para el beneficio de la educación y la
niñez, lo que quiere decir que también esas ciudad sufrirán el cierre escuelas.
Curiosamente, al mismo tiempo se anuncia el proyecto para edificar un nuevo
estadio de beisbol y la segunda nominación para que la Ciudad sea sede de los
Juegos Olímpicos, y no me tomen a mal esta idea… no es que esté en contra de
los deportes, pues son un ejemplo del valor y el triunfo humanos, pero cuando
se gastan millones de dólares en un complejo deportivo y se niega la educación…
¡está bien!, digamos que va a dar muchos empleos.
De esos empleos solo 1 de cada millón de
niños con malas condiciones sociales durante la niñez, ganará contratos
millonarios, debido a la suerte de un talento inigualable para lanzar la
pelota, solo un afortunado de tener unos padres que le hayan apoyado y llevado
durante años para que un día el sueño se haga realidad: brillar en un estadio
lleno de fanáticos, llevando a su equipo a la gloria y firmar miles de
autógrafos, evitando fotógrafos y teniendo una vida envidiable.
¿Cuántas Gabby Douglas logran el sueño Olímpico?,
¿Cuántas madres dejan todo para brindar ese apoyo?, ¿cuántos padres le dan más
importancia al deporte que al colegio?. Usualmente cuando llegamos corriendo
después de haber metido un gol en una portería vacía y sin nadie más a nuestro
alrededor y decimos a todo pulmón: ¡quiero ser futbolista!, la respuesta es:
¡cállate y ponte a estudiar!. ¿quién quiere a un futbolista?, los abogados y
médicos ganan más, ¡no puedes dedicarte a vago!.
Sin duda los proyectos de los
gobernadores tienen buenas intenciones, ya que habrá muchos empleos para todos
aquellos “que no tienen la oportunidad de
una vida académica”, habrá empleos para quienes construyan los complejos
deportivos, quienes vendan boletos, quienes se hagan cargo de la seguridad, y
sin duda otros más venderán cerveza y frituras durante los partidos. Sin
embargo no puedo evitar tallarme los ojos para evitar ver a José y a Mita
solicitando esos empleos. ¿Para que soportar tanta tensión con los exámenes si
van a terminar en las largas listas de desempleados?.
Me niego a pensar que el Sistema
Educativo no puede tener otros mecanismos de funcionamiento, ¿para que pagar
tanto dinero a quienes diseñan exámenes?, ¿por qué pagar reuniones en hoteles
exclusivos para los directivos de más alto nivel?, ¿acaso no pueden pensar en
una oficina o en el mismo salón de clase donde los niños tienen que aguantar
letanías interminables?.
Supongo que comienzo a sonar deprimido…
yo fui uno de los muchos que buscaron mil y un trampas para aprobar los
exámenes, y hasta ahora no puedo decir que me hace falta ese conocimiento.
Creo que es hora de una charla con Gaby
pues comienzo a creer que hay algo turbio en todo esto. Aunque parece que todo
el mundo está feliz porque nuestro equipo de Hockey ganó la Copa Stanley… tal
vez sea bueno celebrar a aquellos pocos que lograron hacer del deporte una
exitosa forma de vida, y si les preguntara, seguramente me dirían que de nada les sirvió responder exámenes y
soportar a los maestros, su talento estaba en otra parte…
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