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Wednesday, March 26, 2014

29. ¿Para qué usamos las evaluaciones?


Cuando doblé la esquina para llegar a la escuela, me sorprendió mucho ver camionetas de distintos canales de televisión. Por un momento imaginé lo peor, ¿quizá un accidente?, ¿estarían cerrando la escuela?, ¿alguien había aparecido muerto dentro de uno de los salones?, ¿quizá un chico se había suicidado?

Corrí tan rápido como pude y cuando cruce la calle, una mamá señaló hacía donde yo estaba y de repente tuve una cámara sobre mi cara y en breve un micrófono tocó mi nariz. Él es maestro de esta escuela, él puede hablar sobre el tema… sentí pánico, ¿acaso sabrían que estaba en contra de las evaluaciones?, una mamá me tomó del brazo y con un discurso tan veloz que me hizo sentir en un avión supersónico, me dijo que un grupo numeroso de padres estaba en contra de la aplicación de las pruebas estatales, pues causaban mucha tensión a los chicos y no contaban para las notas de los alumnos, por lo que las consideraban innecesariamente  estresantes.

Quise abrazar a esta madre de familia por pensar en el bien de su hijo y no sólo aceptar lo que todos piensan que es lo correcto para su hijo. Cuando estuve listo, le pedí al reportero que me dijera cual era su pregunta antes de grabar:

-¿Es verdad que las pruebas estatales no cuentan para las evaluaciones de los niños?

Es cierto, tampoco evalúan conocimientos, o comprensión , el test está pensado para analizar la capacidad de memoria de los estudiantes.

-¿Está usted de acuerdo con el boicot propuesto por los padres?

No tengo suficiente información de la protesta, pero me parece que si los padres tienen algo que decir en torno a la educación de sus hijos, debemos escucharles.

-¿Qué pasa si un estudiante se rehúsa a  responder el examen?

Probablemente sufra una acción disciplinaria.

Los padres comenzaron a alzar la voz en ese momento y defendieron el derecho que cómo padres tienen sobre la educación de sus hijos, y si los exámenes les causan tensión y dicha experiencia no les va a redituar académicamente… ¡diablos!, creo que su argumento es bastante sólido, nunca había escuchado que los padres defendieran el derecho a negarse a un examen. Eso no es algo que se escuche todos los días. Creo que deberíamos lanzar un globo por cada vez que un niño adquiere algo bueno.

Espero que más voces se levanten, porque no es absurda la demanda. ¿Quizá estamos poniendo la educación de nuestros niños en manos que sólo ven los números y no sus mentes?


Wednesday, March 5, 2014

28. Cambiando los papeles


Durante mi estancia en casa de mis padres durante las vacaciones de Navidad, algo extraño sucedió. Una tarde mi padre me llamó a su despacho.

Sólo lo hace cuando quiere hablar seriamente conmigo y eso incluyó cuando me dijo que debía trabajar y abrirme camino por mi mismo, cuando perdí el empleo en su compañía y cuando me dijo que no iba a pagar mi estancia en la Universidad, creo que sentí el impulso de salir corriendo, pero mi madre me dijo tranquila que todo iba a estar bien, que iba a disfrutar la charla.

Por primera vez me dejó sentar en la silla de piel que había pertenecido a mi abuelo, era una reliquia bien cuidada que mi padre reserva para los grandes negocios, así que cuando me pidió que me sentara en ella, casi brinqué y le dije que mi sueldo de maestro no me daba lo suficiente para pagar un crucero por Alaska, o un collar de diamantes para mi madre.

-No seas tonto, no te voy a pedir dinero…

¡Oh!, repuse con un suspiro… ¿qué tienes que decirme entonces?...

-       Veo que te gusta ser maestro…

Si, creo que puedo decir sin dudar que lo disfruto y que he aprendido mucho de la vida gracias a los niños.

-He pensado que los trabajadores de mis empresas deberían tener una escuela en la que sus hijos puedan aprender, y que ellos puedan vigilar más cercanamente el desempeño académico y apoyarles de mejor manera en sus tareas. Algunos los envían a escuelas muy lejanas y frecuentemente piden permiso para las reuniones con los maestros y otros, deciden ignorarlas… creo que si pudieran tener la escuela a la mano, no estarían tan preocupados por correr a la reunión o tomarse un momento para preguntar sobre lo que sus hijos necesitan.

He analizado el tema y veo que podemos tomar el primer piso de todos los edificios y eliminar el Pent-house para las oficinas de los directivos, que más bien necesitan estar en el campo de batalla y no en una oficina tan lejana a la que nadie tiene acceso.

Quiero que tú dirijas toda la parte administrativa de la educación. La ventaja es que los niños estarían comprendiendo lo que sus padres hacen… las áreas culturales estarían abiertas para ellos… ¿qué opinas?...

¡Diablos!, creo que pocas veces un hombre poderoso te ofrece un empleo casi de la nada… estuve a punto de pedirle que repitiera todo pues seguramente no había entendido bien lo que dijo, pero sólo pude tartamudear un poco y sonreír como tonto… pero luego aclaré mi voz y creo que me asustó un poco escuchar mi propia voz:

Si aceptara dirigir las escuelas, implica que no daría clase, me haría parte del sistema y en lugar de trabajar por el aprendizaje de los niños, trabajaría por la Educación. Los alumnos me han enseñado que hacen más falta manos que pongan los cimientos, antes que tener un fotógrafo que le pida al edificio que no se mueva.

-Entiendo… creo que me hacen muy feliz tus palabras… el plan está bajo consulta con los abogados, realmente quiero hacer que funcione… ¿darías clase en la escuela?, ¿quizá puedas ser parte del grupo de expertos en diseños de cursos?

¡Si papá, claro que daré clase en tu escuela!. ¡Gracias por reconocer mi talento!

-Te has ganado el respeto de muchos, pero especialmente de ti mismo. Tu madre está muy feliz viendo cómo has cambiado tu actitud ante la vida.

La verdad si, me hace feliz servir a alguien, especialmente en la construcción de su futuro. Sé que puedo ganar mucho dinero con todo lo que he podido aprender, pero prefiero creer que lo que hago en el salón vale la pena. Quiero que uno de mis alumnos gane un día un premio Nobel o quizá cure mi cáncer o tal vez salve la vida de mi madre o la tuya.

-       Sin duda lo verás. Cuando crees en ti mismo, puedes creer en los demás.

Vamos a dar la vuelta con tu madre, está feliz que hayas venido a visitarnos.

No pude dejar de sonreír toda la tarde… supongo que a eso se le llama un premio profesional. No podía esperar para contarle a Gaby y a mi gurú sobre la charla… por primera vez estaba viendo a mi padre de tú a tú y teníamos un proyecto conjunto, pero al mismo tiempo, por primera vez tenía claro el futuro de los niños.