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Friday, March 8, 2013

12 Aprendiendo de la ciencia


Cuando volví a casa, sano y salvo afortunadamente después de otro viaje en el Super Prius de Gaby, le envié un mensaje a quien tantos consejos me había brindado y mi pregunta sin más preámbulo fue: ¿cómo le puedo enseñar ciencia a los niños?


Su respuesta hizo que casi me cayera de la silla a pesar de que estaba sentado sobre la cama: 


-Querido David, yo creo que tu pregunta es un poco más compleja, pues creo que a esta edad a los niños no se les debería enseñar ciencia, sino como amar la ciencia.



En el siguiente mensaje le pedí su teléfono porque por un momento tuve esa sensación de que esta charla me llevaría varias horas… cuando me respondió,  le pedí que me explicara eso con bolitas y palitos.


- David, debes mirar a los niños no como un cubo vacío al que les vas a depositar conocimientos, como quien vierte agua a una planta y esta florece gracias al agua y la tierra que pones sobre ella, pues eventualmente la planta deja de crecer. Los niños son científicos por naturaleza, ellos cuentan con un proceso que en algún momento de nuestra vida escolar perdemos y es la imperiosa necesidad de preguntar.

Los niños preguntan de manera inocente porque quieren saber, un adulto pregunta para saber si tú sabes. Para darte un ejemplo de esto, hace un rato, mientras te daba la explicación, no preguntaste mucho. Quizá estabas pensando que tus preguntas podrían parecerme tontas,  pero espero que mañana con los niños cambies de forma de pensar ya que  tu labor será observar la actitud de los niños y contar el número de preguntas que harán, y al mismo tiempo observarás a los adultos que les acompañen y después comentamos tus resultados. 

             Yo creo que los niños van a tener más preguntas que los adultos, esa es mi hipótesis
¿Puedo enseñar ciencia si les pido que todos planten un mismo tipo semilla y la vean crecer?

      - Esa es  una opción, pero estarías cayendo en el mito de que todos los científicos hacen lo mismo y aún en ciencia existen distintos trabajos que hacer, ya que hay quienes hacen investigación básica con el tipo de preguntas que salvan vidas, venden millones de dólares en la industria farmacéutica o bien responden a preguntas sobre el universo.

    Luego hay otro grupo de personas que traducen todo ello y logran explicarlo con palabras más comprensible y finalmente están quienes aplican todos esos conocimientos de manera menos ostentosa.



    Actualmente se habla de ciudadanos científicamente educados que son personas que aman la ciencia pero que no son científicos, pueden ser periodistas o bien divulgadores de la ciencia.



   A su vez, en ciencia hay expertos en preguntar, o en hacer análisis matemáticos, otros escriben y otros pueden reportar sus hallazgos de manera sencilla para la gente, por lo que si pides que todos hagan lo mismo, están centrándote solo en una parte de la labor científica.



   Te propongo que les pidas diferentes tipos de semillas, y que ellos decidan quien quiere sembrar la semilla y cuidarla, otros pueden hacer observaciones que incluye medir el crecimiento de la planta todos los días, otros pueden tomar fotografías para mantener un registro visual,  otros podrán escribir sobre lo que vayan encontrando y finalmente algunos podrán brindar conferencias sobre la experiencia.



     Puedes tener equipos donde los niños decidan la labor que les gusta más y de este modo todos pueden comprender que hay distintos facetas de la labor científica, igual que lo hiciste con la obra de teatro, tuviste escritores, maquillistas, tuviste cantantes, actores  y cada uno encontró su talento, en ciencia es lo mismo.


¿Qué pasa si la planta no crece? , ¿Repruebo a todo el equipo?


-¡Querido David! ¡Ya estás hablando como maestro!!... pero ¡eso es lo que nos hace a todos odiar la ciencia!. ¡No hay razón para ser tan violento con los niños, porque en ciencia se aprende tanto de los errores como de los aciertos!.


Si una planta crece, siendo que están al pendiente de todo, los niños aprenderán que existen 4 variables: tipo de semilla, cantidad y tipo de tierra, cantidad de agua y de luz. Algunas semillas crecerán más rápido que otras, por ejemplo mis melones brotaron antes que las semillas de hibicus, y algunas necesitan más agua que otras, para algunas la luz de la mañana les hace mejor que la luz del medio día. Los niños podrán ver las diferencias y aprender de ellas.


Si la planta se muere comenzarán a preguntarse ¿qué fue lo que falló? , ¿Quizá era necesaria más luz, tal vez no debí ponerle jugo de naranja en lugar de agua. La próxima vez voy a poner más semillas en lugar de solo una… 


¿Soy tonto o solo me siento así?


                -Nada de eso, eres un maestro que aprende y que será capaz de enseñar a los niños.  
                ¿Nos vemos mañana por la tarde?


Cuando colgué, sentí que acaban de sembrar la semilla de la curiosidad y la investigación que nunca creció en mí, pero me aterró pensar que en algunos años otros maestros de los niños  la pisarían como se pisa a una hormiga… 


Terminé de responder algunos email que incluían varios de mis amigos quienes preguntaban si me gustaba ejercer mi autoridad sobre los niños y me brindaban consejos de cómo mantenerlos quietos en clase. Si eso era ser maestro, comprendí porque nunca me gustó la escuela.

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